viernes, 10 de febrero de 2012

Primera Regla: Mejora tus mapas de amor

Por extraña que pueda parecer esta absoluta ignorancia, he descubierto que muchos matrimonios caen en la constumbre similar de no prestar atención a los detalles de la vida de su cónyugue. Uno de los miembros de la pareja, o los dos, apenas conoce los gustos, alegrías o miedos del comañero.

Las parejas emocionalmente inteligente, por el contrario, conocen íntimamente el mundo de su compañero. Yo llamo a esto un "mapa de amor" bien detallado. El mapa de amor es esa parte de la mente donde nos almacenamos toda la información relevante sobre la vida de nuestras pareja. Otra forma de decir esto es que estas parejas han adjudicado un amplio espacio cognitivo a su matrimonio. Recuerdan los eventos importantes de la vida del otro, y mantienen la información al día a medida que los hechos y los sentimientos del compañero varían. Los dos conocen los objetivos vitales del otro, sus preocupaciones y esperanzas.


En la barra derecha encontrará las siguentes reglas.

Segunda Regla: Cultivar el cariño y la admiración

Si una pareja cuenta con un sistema de cariño y admiración, el matrimonio no está perdido. No estoy sugiriendo que el proceso de recuperar un matrimonio ten problematico, sea fácil. Pero puede lograrse. Al utilizar técnicas que pueden ayudar a recordar lo olvidado por el rencor y el odio. Pues está demostrado que se puede desenterrar aquellos sentimientos positivos y ponerlos a trabajar para salvar su matrimonio.

El cariño y la admiración son dos de los elemoentos más importantes en una relación duradera y gratificante. Aunque las parejas felizmente casadas puedan distraerse a veces por los fallos del compañero, todavía sienten que la persona con la que se casaron es digna de respeto y cariño. Cuando esta sensacióndesaparece de un matrimonio, la relación no puede reavivarse.

En un 94 por ciento de los casos, las parejas que contemplan de una forma positiva la historia de su matrimonio tienen muchas probabilidades de tener un futuro feliz. Cuando los buenos recuerdos quedan distorsionados, es una señal de que el matrimonio necesita ayuda.

Tercera Regla: Acercarse al otro

Cuando las parejas se enzarzan en charlas fautas y con falta de interés o simplemente charlas triviales, seguirán felizmente casadas. No no es cierto.

Lo que sucede en estos breves intercambios es que marido y mujer conectan, se acercan. En las parejas que se divorcian o viven juntas sin ser felices, estos breves momentos de conexión son muy escasos. Lo más común es que la esposa ni siquiera levante la vista de su revista, y si lo hace, el esposo ignore su respuesta.

Hollywood ha distorsionado de forma drástica nuestra idea de romance y pasión. La pasión en la vida real se aviva mediante el proceso, mucho más prosaico, de estar conectados. Se mantiene viva cada vez que hacemos saber a nuestra pareja que es valorada en la vida cotidiana. La pasión crece si sabes que tu pareja esta pasando un mal día en el trabajo y dedicas un minuto para dejarle un mensaje de ánimo en el contestador.

Las personas casadas hacen de vez en cuando lo que se denomina "peticiones" a su pareja, reclamando su atención, afecto, sentido del humor o apoyo. Una persona puede acercarse a su pareja cuando recibe esta petición, o dar media vuelta. Acercarse es la base de la conexión emocional, la pasión y una satisfactoria vida sexual.

La razón de esta diferencia en la actitud es lo que han llamado "cuenta bancaria emocional" de la pareja. Los compañeros que se acercan están ingresando dinero en la cuenta. Están creando ahorros emocionales que les servirán de ayuda en tiempos dificiles, cuando se enfrenten a grandes conflictos o crisis. Puesto que han almacenado esa cantidad de buena voluntad, pueden ser tolerantes cuando surgen los conflictos. Pueden mantener un punto de vista positivo soobre su pareja y su matrimonio incluso en momentos difíciles.

Pero el auténtico secreto es acercarse el uno al otro en las pequeñas cosas de cada día.

Una vez que el matrimonio ha logrado una posición más positiva, será más dificil que entre en crisis.

Cuarta Regla: Deja que tu pareja te influya

En tiempos antiguos, una actitud machista no tenía porque ser un obstaculo en un hombre, pero nuestros datos sugieren que este ya no es el caso. En estudios hechos recientemente a 130 parejas de recién casados se ha comprobado que incluso en los primeros meses de casados, los hombre que permiten que sus esposas influyan en ellos mantienen matrimonios más felices y tienen menos posibilidades de divorcio que los hombres que se resisten a la influencia de sus esposas.

Evidente que hacen falta dos personas para romper un metrimonio, de modo que no estamos hablando sólo de hombres. El objetivo de esta regla no es recriminar o insultar a los hombre. Es también importante que las mujeres traten a sus maridos con honor y respeto.

Las esposas de hombre que aceptan su influencia tiene menos probabilidades de ser bruscas con sus esposos en una discusión. Esto aumenta las posibilidades de que el matrimonio sobreviva.

En más del 80 por ciento de los casos, es la mujer la que saca a colación los temas conflictivos en el matrimonio, miestras que el hombre evita hablar de ellos. Esto no es un síntoma de matrimonio en crisis: sucede también en la mayoría de los matrimonios felices.

Las dos clases de conflicto matrimonial

Todo matrimonio es l unión de dos individuos con sus propias opiniones, personalidades y valores. Por esto no es de extrañar que inlcuso en los matrimonios felices, marido y mujer tengan que resolver diversos conflictos. Alguno de estos conflictos son minucias sin importancia, pero otros pueden ser muy complejos e intensos. A menudo las parejas se sienten abrumadas por los conflictos, o se han distanciado el uno del otro para protegerse.

Aunque te parezca que tu situación es única, todos los conflictos matrimoniales, desde la discusión más rutinaria hasta las grandes guerras abiertas, se clasifican en dos categorías: los que pueden ser resueltos y los perpetuos, es decir los que formarán parte de nuestra vida siempre de una forma u otra. Una vez sepáis identificar y definir vuestras desiciones, podréis elaborar estratégias para enfrentaros a ellas.

PROBLEMAS INSOLUBLES

Por desgracia la mayoría de los conflitos matrimoniales (un 69 por ciento) se inscribe en esta categoría. En nuestros seguimientos de parejas durante cuatro años, comprobamos que todavía siguen discutiendo por los mismo temas. Es como si hubieran pasado cuatro minutos, en ves de cuatro años.

Aqui tenemos algunos problemas insolubles típicos con lo que conviven las parejas felices:
  1. Ella desea tener un hijo, pero el no esta preparado y no sabe si algún día lo estará.
  2. El quiere hacer el amor con más frecuencia que ella.
  3. El se toma con mucha tranquilidad el trabajo de la casa y rara vez realizará las tareas hasta que ella insista.
  4. El quiere educar a sus hijos en el catolicismo y Ella es Judia.
  5. Ella cree que El es demasiado crítico con su hijo, pero El cree que es la forma adecuada de educarlo.

A pesar de los que pueden decir muchos terapeutas, para que tu matrimonio prospere no es necesario que resuelvas tus grandes conflictos.

PROBLEMAS SOLUBLES

Estos problemas parecen sencillos comparados con los insolubles, pero pueden causar mucho sufrimiento. El que un problema tenga solución no significa que se solucione. Cuando un problema provoca una tensión excesiva, es porque la pareha no ha aprendido técnicas efectivas para solucionarlo. La culpa no es de ellos, puesto que muchas de las soluciones sugeridas por manuales o terapeutas matrimoniales no son sencillas de aplicar. La mayoría de estas estrategias consisten en validar la perspectiva del compañero y aprender a escuchar.

La quinta reggla para que un matrimonio funciones se centra en los problemas solubles, y ofrece un enfoque alternativo a la resolución de conflictos, basado en mi investigación sobre los desacuerdos entre parejas emocionalmente inteligentes:

  1. A plantear las discusiones con suavidad y no con violencia.
  2. El uso efectivo de los intentos de desagravio.
  3. A monitorizar tu fisiología durante las discusiones tensas, en busca de señales que indiquen que te sientes abrumado/a.
  4. A llegar a un compromiso.
  5. A ser más tolerante con las imperfecciones del otro.
A pesar de lo que puedan decir muchos terapeutas, para que tu matrimoio prospere no es necesario que resuelvas tus grandes conflictos.

Tal ves descubras que, en una discusión, tu pareja es más conciliadora de lo que imaginabas... una vez sepas escucharlo.

Quinta Regla: Resuelve los problemas solubles

Es lógico que si marido y mujer se respetan y están abiertos al punto de vista del otro, cuentan con una buena base para resolver cualquier diferencia que surja. Pero a menudo muchas parejas se desvían del buen camino cuando intentan persuadirse mutuamente o resolver desacuerdos.

Una conversación que podría haber resultado productiva termina en pelea a gritos o en un silenci furioso. Si crees que estas en esta situación y estas seguro/a de que el problemas que quieres resolver tiene solución, entonces la clave es aprender una nueva técnica de resoluciones de conflictos.

La técnica popular de la resolución de conflictos, abogada por muchos terapeutas matrimoniales, consiste en untentar ponerte en el lugar de tu pareja miestras escuchas con atención lo que te dice, y luego comunicar de forma empática que has comprendido el dilema desde su perspectiva. No es un mal método, si eres capaz de llevarlo a cabo. Pero, como ya he dicho, para muchas parejas es impsible, incluyendo matrimonios felizmente casado.

Por tanto se ha descubierto un nuevo modelo para resolver los conflictos en una relación. Y esta quinta regla consta de los siguientes pasos:
  1. Suavizar el planteamiento de la discusión.
  2. Aprender a ofrecer y recibir intentos de desagravio.
  3. Tranquilizarse tú mismo/a y a tu pareja.
  4. Llegar a un compromiso.
  5. Ser Tolerante con los defectos del otros.

Estos pasos requieren muy poca "práctica", porque todos contamos en cierto modeo con estas habilidades. Simplemente no acostumbramos a dejar de emplearlas en nuestras relaciones íntimas. La quinta regla se refiere, en cierta forma, a los buenos modales. Implica tratar a nuestra pareja con el mismo respeto que ofrecemos a otra persona.

Vuestro futuro juntos puede ser prometerdor incluso si las discusiones tienden a ser muy negativas. El secreto es aprender a evitar y controlar los daños.

Típicos problemas solubles

Estrés laboral, familia política, dinero, sexo, labores del hogar, hijos: éstos son los aspectos conflictivos más comunes en un matrimonio, de modo que existen muchas probabilidades de que al menos algunos de ellos sena piedras candentes en tu relación. Incluso matrimonios felices y estables surgen conflictos referentes a estos temas. Aunque cada relación es diferente, existe una razón para que estos conflictos sean tan comunes: hacen referencia a la tarea más importante del matrimonio.

Un matrimonio necesita comprensión para que ámbos cónyugues se sientan seguros. Si las tareas no se cumplen, el matrimonio no es un puerto seguro en la tormenta de la vida, sino una tormenta más.

Cuando existe conflicto en alguno de estos seis aspectos comunes, por lo general es porque el marido y mujer sostienen ideas distintas sobre estas tareas, su importancia y la forma de realizarlas. Si el conflicto es irresoluble, no se eliminará con ningúna técnica de resolución de problemas. La tensión se mitigará solo cuando ambos cónyugues se sientan cómodos conviviendo con sus diferencias.

Una carácteristica común de las parejas que tienen una vida sexual satisfactoria es que consideran el sexo como una expresión de intimidad, pero no se toman de forma personal las diferencias en sus necesidades o deseos.

Sexta Regla: Salir del estancamiento

Cuando uno está estancado, parece imposible contemplar el conflicto como si fuera una alergia con la que se pueda convivir. Pero lo cierto es que podemos hacerlo.

El objetivo aquí no consiste en solucionar el problema, sino en pasar del estancamiento al diálogo. El conflicto estancado será probablemente perpetuo en vuestro matrimonio, pero algún día seréis capaces de hablar de él sin haceros daño mutuo. Aprenderéis a vivir con el problema.

Para salir del estancamiento, primero tenéis que comprender su causa. Tanto si el problema es trascendental (como la religión, educara vuestros hijos) o trivial (como doblar las servilletas en la mesa), el estancamiento indica que teníais ciertos sueños que no se está realizando o que no respetáis vuestros respectivos sueños. Al decir sueños me refiero a esperanza, aspiraciones y deseos que forman parte de la identidad y dan propósito y sentido a la vida.

Muy a menudo esos sueños profundos permanecen ocultos miestras los más rutinarios se apilan sobre ellos y son más fáciles de ver. Por ejemplo, bajo el anhelo de tener mucho dinero puede haber una necesidad más profunda de seguridad.

Descubrir un sueño oculto no es fácil. Es improbable que el sueño emerja hasta que puedas hablar de él tranquilamente con tu pareja.

Seguid trabajando en los conflictos insolubles. Las parejas exigentes con su matrimonio tienen más probabilidades de disfrutar una relación satisfatoria que aquellas que renuncian a sus expectativas.

Septima regla: Crear un sentido de trascendencia

Si tu matrimonio cumple con los seis primeras reglas es muy probable que tu realición sea estable y feliz. Pero si adviertes que te falta algo, puede ser la sensación de trascendencia. El matrimonio no consiste únicamente en educar a los hijos, dividir las tareas y hacer el amor. Tiene también dimensiones espirituales que se refieren a la posibilidad de crear una vida interior juntos, una cultura plena de símbolos y rituales, y una apreciación de vuestros papeles y objetivos que os una, que os lleve a comprender lo que significa ser parte de una familia.

Desarrollar una cultura no significa que la pareja esté de acuerdo en todos cada uno de los aspectos filosóficos de la vida. Se trata más bien de una mezcla en la que los cónyugues encuentran el modo de respetar sus sueños mutuos, incluso cuando no los comparten, La cultura que desarrollan juntos incorporará los sueños de ambos.

Cuando en un matrimonio existe este sentido de transcendencia, los conflictos son menos intensos y los problemas irresolubles no suelen llevar a estancamientos.

Es importante aceptar que cada uno de vosotros tendrá sueños que el otro no comparte pero sí respetaís vuestras creencias, podréis tener un puente sobre el abismo de las diferencias. Pero tambiñen es cierto que un matrimonio feliz no consiste sólo en saber vadear los conflictos. Cuanto más deacuerdo esteís sobre las cosas fundamentales de la vida, más significativa y fácil será la relación.

Cuanto más hableis, con sinceridad y respeto, más se acercarán vuestras respectivas opiniones sobre el sentido de la vida.

La conversación supone un punto de transición en su matrimonio. A partir de entonces hablaron con frecuencia de valores como la lealtad y la generosidad, valores que ellos habian recibido escuchando las historias familiares. Con el tiempo, las historias de sus mutuas familias se convirtieron en sus propias historias, en las de la nueva familia que ellos habían creado.

Esta es la ventaja de las siete reglas, que forman un entramado sólido, de forma que al trabajar en uno de ellos resulta más facil trabajar en los demás.